Ateismo en España.

Es cierto que el debate está entre confesionalidad (que no la hay por ningún sitio en España), aconfesionalidad (que es lo que la Constitución reconoce en España con especial trato para la Iglesia Católica por historia y por venir de donde veníamos en 1978, Tarancón y los curas obreros incluidos) y laicismo (que es el arma que, ahora, esgrime el partido Gobernante y siempre la izquierda comunista).

Es cierto, pero en el fondo late la exaltación del ateismo, y es entonces cuando haciendo un ejercicio de memoria, subjetiva (redundancia), histórica (otra redundancia, si es memoria siempre es de una tiempo pasado), es ahora, digo, cuando hay que recordar que decía Juan Pablo II en su encíclica Redemptor Hominis, 1979, a propósirto de la libertad religiosa, derecho fundamental en España, en los países del bloque soviético, nunca suficientemente alabados por muchos intelectuales occidentales.

Pues bien, se decía: "(...)es dificil [...] aceptar una posición que sólo concede derecho de ciudadanía en la vida pública y social al ateismo mientras los creyentes apenas son tolerados [...] o incluso son totalmente despojados de esos derechos". Texto pertenenciente al Capítulo 17, Derechos del hombre: "letra" o "espíritu".

Es interesante recordar estas palabras de 1979, en 2008, cuando nuestro Presidente dice que "No me gusta ninguna identificación de ninguna cultura religiosa, excesiva, en público, pero tenemos que tratar con respeto", que es lo mismo que decían los aparatchik del Politburo en Moscú, cuando se reunían con el Papa. Pero todos conocemos la realidad.

Así mismo sorprende, ya que el Presidente también dice que el velo musulman es "un factor de identidad" que no genera "sumisión".

Se han de recordar muchas cosas como se dice en algún manual de campaña: Irak, el Prestige, etc., pero también otras, como estas declaraciones del Papa, la relalidad del "socialismo con rostro humano" y los hechos de hoy.