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En Defensa del Capitalismo Global - 2ª Parte.

En Defensa del Capitalismo Global - 2ª Parte.

Citamos el mes pasado a algún crítico (hoy todos son críticos) del sistema liberal-económico. Otro Nobel de economía, James Tobin, harto de la manipulación de su nombre por los antiglobalización y por ATTAC, concedió en 2001 (importante la fecha) una entrevista a la publicación alemana Der Spiegel, que se puede leer en la red, donde además de negarse a tener nada que ver con ATTAC se declara manifiestamente Keynesiano. Tobin se lanza, en 2001 recordemos, a hacer todo un halago de la política económica de Clinton y del Presidente de la FED en esos momentos, que ¡oh! casualidades de la vida, era: Alan Greenspan. Como buen keynesiano Tobin no le da importancia al dinero y apoya el bajo precio del mismo. En 2001 le parecía la mejor política monetaria: inyectar dinero sin parar al mercado. Para él la inflación no era/es mala y, por supuesto, no es importante ahorrar. Precisamente lo que se denunciaba por los buenos liberales, los austriacos (Mises, Hayek, Rothbard, Buchanan, etc.); malo el bajo precio del dinero (regulado por el Estado vía bancos centrales), malo el descontrol de la inflación, malo el bajo nivel de ahorro y mala la banca comercial de reserva fraccionaria que, como en el caso de España, tiene una deuda de 800 millardos superior a los depósitos. Todo lo que se ha hecho los últimos años. Y resulta que, ahora, el malo es Greenspan, que lo es, pero sólo por seguir a los republicanos, olvidando sus ocho años con Clinton.

Otro Nobel más, Paul Samuelson, al que tenemos que sufrir en la universidades, escribió recientemente en El País, y en su artículo le echa directamente la culpa de la crisis a Milton Friedman y a Friedrich August Von Hayek. Si bien en las universidades que le leen a él nadie lee a Friedman ni a Hayek. Ni a Mises, Ni  Buchanan, ni a tantos otros que resulta ahora son los culpables de la crisis, y que precisamente lo que dicen en sus trabajos, no leídos, es todo lo contrario a lo que se ha hecho estos años.

Para colmo se nos intenta hacer creer que las hipotecas basura, subprime, son la consecuencia de una política liberal avariciosa, quizás recordando el pasaje de Adam Smith (en algunos casos un atraso y no un progreso para la libertad económica al establecer tu teoría del valor-trabajo fundamento del marxismo económico) sobre la benevolencia del carnicero y del cervecero, pero, por supuesto, sin haber leído a Smith. La realidad nos indica que fueron los Gobiernos demócratas norteamericanos, con Clinton a la cabeza y, Greenspan en la Fed, quienes dieron el visto bueno a Freddie Mac y a Fannie Mae, verdaderos proyectos de ingeniera social con el fin de conceder hipotecas a quien no podía pagarlas. Frente a la tradición de los USA, Greenspan llegó a recomendar las hipotecas de tipo variable.

Pero todo esto es cosa de los USA nos dicen en los medios de comunicación y nuestro Gobierno sin excepción. Y qué me dicen de los miles de hipotecas que se han dado a mileuristas e inmigrantes con contratos temporales con nóminas modificadas en las asesorías. Ningún banco comprobaba si las nóminas eran reales o no. Tres nóminas pedían, y con eso una hipoteca de 150.000 € a 35 años: ¿No son eso hipotecas basura? Créditos para el consumo a interés ridículo para ir de vacaciones: ¿No es eso avaricia? No, para nuestros adalides de la opinión la avaricia está en Wall Street, nosotros no tenemos culpa alguna.

No es el fin del capitalismo, ni aunque lo digan los nuevos popes en sus homilías diarias desde todos los medios de comunicación, incluido éste. Hemos sido capitalistas y lo seguiremos siendo, ya que es garantía de libertad, hemos sido capitalistas de Estado y quizás, después de esto, cuando pase, seremos otra cosa, ojala más liberales, con menos intervención, desregulando el mercado de trabajo, recuperando el valor del dinero con respaldo en activos sanos (¿oro?), exigiendo a los bancos el cumplimiento del contrato de depósito, etc.

Como no es el fin del capitalismo, tampoco es el fin de llamado neo-liberalismo salvaje. Lo que no ha existido no puede desaparecer. La denigración del liberalismo (que en el fondo es lo buscado) por quién, en muchas ocasiones, no ha leído a sus autores, no es más que una pose estética y la muestra de un desconocimiento de la historia de las ideas políticas y económicas. Ni Hayek renunció nunca a la presencia de los Gobiernos, ni Friedman apoyó nunca guerra alguna, y aún así hemos tenido que leer cosas en sentido contrario. Si los Neocon han venido de la izquierda, como ha de saber alguien leído, algo arrastrarían de su formación trotskista, que es lo que eran. Entre los libertarios americanos (liberales a la europea) no hay Neocon. A estos Neocon: Kristol, Kagan, Podhorez, etc., autores putativos del inexistente neo-liberalismo salvaje se les une ahora los Neoin, los neo.-intervencionistas salvajes, adoradores del Dios Estado. Ambos tienen el mismo objeto regular las vidas de los ciudadanos, consumidores y contribuyentes, emprendedores, que todo somos uno. Demos pie al Estado para que nos controle más de lo que ya lo hace y estaremos perdidos.

Los voceros de la catástrofe, literatos, actores y demás gentes acostumbradas a vivir cool a costa de quien paga impuestos y a quien ofenden a diario con sus manifestaciones, bien se aplicaban la reflexión de Raymond Aron cuando afirmó que con demasiada frecuencia los intelectuales de su país parecían empeñados en hablar de lo que no sabían, llegando al ridículo y al paroxismo manifestando ideas absurdas, lo que llevó a Camus a advertir que las ideas de esos personajes hablando de lo que no sabían siempre acaban en baños de sangre, pero que es sangre de otros, nunca de ellos. Y es entonces cuando recuperamos a Althusser y recordamos una de sus pocas declaraciones tras mayo del 68, hablando de fracaso de la revolución por no haber acabado en un baño de sangre proletaria: sin mártires la revolución era un fracaso. Muchos son los que están esperando que esta crisis hunda en la miseria a miles de ciudadanos para poder gritar victoria, para poder tener mártires a los que reivindicar y clamar: ¡Intervención! ¡Intervención! No será así, ni con Obama.

1 comentario

Javier Lopez -

El 80% de la poblacion esta en crisis permante, pero sólo hablamos de crisis mundial cuando afecta al 20% restante.
Como dice Santos Ochoa, los Neocons han pasado a un estadio superior ahora son los NEOIN (Neointervencionistas), pretender parasitar al Estado para conseguir sus fines, los mismos liberales salvajes de antes recurren al estado para reflotar las economías colapsadas de occidente, ya sabemos que son capaces de servirse de su enemigo para sobrevivir. No es un sistema rígido, con objetivos, no es dogmático.
El éxito del capitalismo depende de la desconfianza en lo humano, de considerar al hombre un medio para el logro de un solo fin: el enriquecimiento.
Precisamente ahora estamos sufriendo la Gran Crisis, porque no ha habido unas reglas minimas.
Como dirian los anarquistas; Salud y Trabajo