Globalización, capitalismo, inmigración y las mentiras de siempre.
P.: ¿La contradicción básica de la globalización económica consiste en que
postula la libre circulación de capitales pero restringe la de las
personas?
R.: Sí, en efecto. El capital circula cada vez más libremente mientras que
los estados se están defendiendo con la multiplicación de barreras contra los
seres humanos. Me parece muy interesante distinguir entre las palabras movilidad
y migración. Mientras que la movilidad es algo que se exige al trabajador dentro
del contexto nacional - se le pide más y más flexibilidad - en el plano
internacional se criminaliza la movilidad de esas mismas personas.
¡Mentira!
En este caso una mentira, varias mentiras, del mismísimo sociólogo Ulrich Beck.
Si esta cuestión es la contradicción básica de la globalización, muchos informes y documentos sobran. Creo que podría ser una de las críticas, falaz pero una, que se le podría hacer, pero no la básica. Además la globalización no sólo es económica, el mismo proceso de inmigración que aquí se debate es parte de esa globalización, y con esa inmigración el intercambio cultural.
En todo caso no hay contradicción, y Beck es una gran generalista embaucador. Qué los Estados se blindan contra las personas inmigrantes: Qué Estados, con qué Gobiernos. No sólo los liberales o conservadores, la inmigración es un "problema" para todos los gobiernos del color político que sean.
Que se blindan. Falso. Todo Estado ha de velar por la integridad de su sociedad, por el cumplimiento de sus leyes y por la seguridad de sus ciudadanos. De la misma forma que existen leyes que las empresas y los inversores han de cumplir, quien desee instalarse en un Estado debe cumplir una serie de normas. Un Estado que cierra sus fronteras, las cierra a la riqueza, a los empresarios que son, en esencia, los inmigrantes.
En España no hay restricción a la inmigración. Cualquier extranjero sin delitos que desee trabajar en España puede hacerlo. Cualquiera. Sólo debe tener una oferta de trabajo en regla, por una empresa solvente, y efectuar los trámites que la legislación en materia de extranjeria establece. No hay restricciones a la inmigración laboral, hay restricciones a la imigración de la utopía, a esa inmigración que poco le falta para creer que en Europa el dinero crece en los árboles, falsamente engañada por la demagogia e ignorancia económica.
El principio liberal aboga por la libertad de capitales, por la libertad de comercio y por la libertad de movimiento de las personas. Pero siempre cumpliendo unas normas que garanticen el imperio de la Ley, el sostenimiento del sistema y la seguridad de los ciudadanos, de todos los ciudadanos incluidos los inmigrantes.
Si de verdad hubiera más libertad económica, concretamente en África, los africanos que emigran, por norma los más preparados, podrían crear negocios en Africa y no tener que emigrar. Pero ese es otro asunto que ya trataremos.
Un mentira más que a muchos les escuchamos repetir y nos nos cansaremos de refutar.
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