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Pro Libertate

Ahora sí, pero no. La refoma del sistema de pensiones, una vez más.

Veáse aquí el diario Expansión del 7 de febrero de 2007.

Ya lo he dicho aquí en más de una ocasión, y lo he publicado en una editorial jurídica de gran prestigio. Y, como yo, mucho antes que yo, son muchos los que venían denunciando que nuestro actual sistema de reparto, dada la evolución demográfica, era insostenible, y que además, como principio, era un acto más de confiscación estatal de los recursos económicos de los trabajadores, a los cuales se les considera incapaces de gestionar racionalmente su dinero de cara a la jubilación.

Lo pueden leer más bajo en este mismo blog y en

www.quantor.net/Utils/Descarga.aspx?Id=241

Pero la novedad no es que se halla únido uno más a la lista de las voces de denuncia. La novedad es que ese uno, el Sr. Taguas, es el asesor económico de nuestro actual presidente del Gobierno: en un artículo que publicará en breve la Funcas (Fundación de las Cajas de Ahorros) reconoce que las reformas emprendidas son escasas y que el miedo politico a las mismas reduce su efectividad y la valentía de los reformadores. Todo ello contradice las teorías del Ministro del Trabajo, Sr. Caldera, y de su Jefe - y el de todos - Sr. Rodríguez.

Me alegro del anális efectuado, de la denuncia, pero no de la solución propuesta, que nos viene a confirmar que los economistas socialdemócratas - o advenedizos de la socialdemocracia por haber sido ésta quien les ha dado trabajo - son capaces de reconocer los errores de su sistema pero no las soluciones al mismo.

Como tambien he dicho, y se puede leer en el artículo citado arriba, las soluciones que nos proponen desde las filas estatalistas siempre son un aumento de las cotizaciones, de impuestos al fin y al cabo, y/o reducción de las pensiones devengadas. Y justamente eso es lo que propone el señor Taguas, computar toda la vida laboral para el cálculo de las pensiones de jubilación, lo que ya de por sí supone reducción en su cuantía dadas las escasas cotizaciones en los primeros años de trabajo, aumentar hasta los 70 años la edad para jubilarse, lo que supone más dinero confiscado por el Estado, y eliminación de las actualizaciones de las pensiones de acuerdo con el IPC.

Todas y cada una de las medidas propuestas supone ahondar en la confiscación de nuestro dinero por el Estado, que busca devolver lo menos posible a los trabajadores jubilados con la excusa de la redistribución de la riqueza, y que en el fondo lo que hace es redistribuir la riqueza de la clase trabajadora entre todos, incluido los que más medios económicos tienen y que pueden compaginar su jubilación pública con sistemas privados.

La única solución a la quiebra o aumento de la injusticia del sistema pasa por permitir, en libertad, que los trabajadores gestionen  sus ahorros como mejor les parezca, y entre las opciones, en libertad, se encuentra la salidad del sistema público y la apertura de cuentas de capitalización individuales recuperables, con mayor rendimiento, en el momento de la jubilación. Incluso dichas cuentas individuales, a diferencia del sistema público, podrán ser heredables rompiedo con el círculo vicioso de las clases menos pudientes que no reciben nada de los muchos años de cotización de sus padres cuando estos fallecen antes de jubilarse o a los pocos años de haberlo hecho, habiendo tenido que hacer grandes esfuerzos durante sus años de trabajo y no viendo la recompensa de los mismos.

Lo dicho, me alegro del análisis, no de las soluciones. Pero por algo se empieza, ahora a ver que opina nuestro Ministro de Trabajo y nuestro Presidente. Igual recurren a la teoría de la Ministra de Cultura, Sra. Calvo, y gastan el dinero público como les da la gana dado que éste "no es de nadie".

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