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Pro Libertate

La "ignorancia" de los "trabajadores"

Según una compañía aseguradora, lector, tu libertad es tu responsabilidad.

Seguro que ha habido muchos intelectuales que han dicho esto antes, e incluso que ha escrito sesudos libros para explicarlo, pero, hoy más que nunca, es la publicidad la que envía los mensajes más claros a los ciudadanos consumidores.

Esa libertad que todos citan, esa responsabilidad que todos deberíamos ejercer sobre nuestras vidas, actos, aciertos y errores, se ve truncada cuando pasamos de ciudadanos a trabajadores. Sí, como ciudadanos, como consumidores, somos libres y responsables (en último extremo si somos militantes de algún partido podemos vernos coartados por las premisas del mismo, pero no es lo habitual). En su lugar, cuando somos trabajadores no somos libres ni responsables, el modelo de concertación social que impera en el Estado Social, el diálogo tripartito entre Gobiernos, Empresarios y Sindicatos anula la libertad de los trabajadores, que aún no afiliados a sindicato alguno ven como su vida laboral, y los frutos de la misma: el salario, se ven afectados por las decisiones de los dirigentes de estas tres corporaciones.

El ejemplo máximo, extrapolable a cualquiera de las situaciones diarias que se dan en el ámbito laboral en España, lo pone el ya citado aquí ex-Minsitrso de Trabajo chileno José Piñera, en su libro El Cascabel al Gato, cuando transcribe la conversación que tuvo con los sindicatos unos días entes de aprobar su reforma de las pensiones.

El objetivo de la reforma era dar la libertad a cada trabajador, de forma individual, para decidir si continuar en el sistema de reparto, como el actual en España, o si se trasladaba su dinero a una cuenta de capitalización individual, el trabajador decidiría que hacer con su dinero. Antes esta decisión tan peligrosa, ante este trasvase de libertad a los trabajadores la respuesta de los sindicatos chilenos fue la siguiente:

Los trabajadores, ministro, no van a saber tomar por su cuenta una decisión de esta naturaleza. No tienen los elementos de juicio para hacerlo. Lo más probable es que ni siquiera se interesen por el tema. Hay una gran cantidad de gente que ni siquiera sabe leer y apenas sabe de números. Los dirigentes sindicales, en cambio, señor ministro, están en mejores condiciones para decidir, en forma fundamentada, cuáles son las instituciones más ventajosas para los trabajadores.

Estamos en condiciones de indicar que en nuestro país las negociaciones tripartitas, Gobierno, Empresarios y Sindicatos no se llevan cabo con éste espíritu.

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