Ética Marica.
El filósofo y activista Paco Vidarte parte de la existencia de la comunidad LGTBQ [lesbica, gay, transexual, bisexual y queer], a la que pertenecen millones de personas, como la condición previa que hay que asumir para poder actuar sociopolíticamente, para poder ser subjetividad queer (en su caso, marica). Y como toda subjetividad, no existe porque sí, sino que sólo es mientras hace, mientras construye algo, mientras actúa y deja de mirarse el ombligo.
El objetivo es subvertir la tendencia autocomplaciente del colectivo LGTBQ español, más centrado ahora en expandir por Europa sus conquistas, no desdeñables pero sí insuficientes, olvidando lo que esa lucha ha dejado atrás. Para ello hace una deconstrucción de la acción marica, deconstrucción afirmativa, como todas, cargada de rabia, como muchas, e innovadora como pocas.
Si la ética siempre ha sido algo universal y hecho con el cerebro, Vidarte crea una analética hecha con el culo. La bandera que levanta es la de la sublevación ‘de clase’. Con una conciencia lúcida y un estilo directo, expone la cadena que conduce desde la opresión homofóbica a la xenofobia, pasando por el racismo y la explotación del trabajador. Lo imprescindible para abrir el campo de una organización de contrapoder es justamente eso: ir contra el poder, sea éste de género, raza o económico, es decir, articular espacio político.
Lo que acaban de leer no me lo he inventado, lo he podido leer yo AQUÍ.
0 comentarios