Contra la Libertad y el Progreso.
Según la Disposición Final Segunda, del Real Decreto Legislativo 5/2006, de 9 de junio, para la mejora del empleo se autoriza al Gobierno, a que con el fin de profundizar en la consecución de los objetivos a que responde este Real Decreto-ley, y en función de la evolución que experimente el empleo, especialmente de los trabajadores que tengan mayores dificultades de acceso al mercado de trabajo o para el mantenimiento del empleo, pueda introducir, previa consulta a las organizaciones sindicales y empresariales más representativas, modificaciones en el Programa de Fomento del Empleo que se regula en el mismo, tanto en lo que se refiere a los colectivos beneficiarios, como a los incentivos aplicables y a las condiciones exigidas para su aplicación, y asimismo para que pueda establecer programas específicos para mejorar la formación y cualificación profesional y facilitar la estabilidad en el empleo y la reinserción laboral de los trabajadores que hubieran perdido su empleo como consecuencia de procesos de liberalización del comercio y de la globalización.
Esta norma, pactada entre representantes de empresarios y los sindicatos, los llamados "agentes sociales", y que el Gobienro diligentemente ha publicado sin debate parlamentario recoge una autorización al Gobierno (¿quién autoriza, el Parlamento o los agentes sociales?) para ayudar a quienes pierdan su puesto de trabajo a causa de la liberalización y de la globalización, sin más, sin especificar, porque sí, y porque somos más chulos que nadie y estamos en contra de liberalizar y de la globalización o lo que es lo mismo, en contra de la libertad y del progreso.
A qué nivel legislativo tan bajo hemos llegado, que no sólo se usurpa al Parlamento la elaboración de las normas, dejándolas en manos de organizaciones corporativas con mínima representación real, sino que se aceptan normas ideológicas directas en dichas normas, contra procesos globales como la liberalización y la malvada globalización (que sirve para acusarla de todo lo malo: los jinetes del apocalipsis: la Globalización, Israel, EEUU y alguno más).
Por cierto, ¿qué hacemos con los trabajadores que pierdan su puesto de trabajo por causa distinta a la liberalización y/o a la globalización?
Leer el BOE todos los días para encontrarse esto es muy cruel.
A ver cuando tenemos a Johan Norgerg en alguna TV.
0 comentarios