¿Educación o Doctrina?

No es asunto principal de este blog en conflicto educativo, que desde hace años se produce en España a costa de las diferentes Leyes de educación y, ahora, por culpa de la nueva asignatura de Educación para la Ciudadanía. Pero como si es un blog liberal, que defiende posturas liberales, deseo dejar costancia de dos citas, ambas de escritores liberales, ambos autores reclamados en muchas ocasiones desde la "izquierda" y ambos citados por F. A. Hayek en el capítulo XXIV de Los Fundamentos de la Libertad, capítulo sobe la Instrucción Pública e Investigaión Privada.

La primera cita de de Jonh Stuart Mill, de su obra Sobre la Libertad, que ha publicado el Ministerio de Trabajo, y que dicho Ministerio ha citado en la Exposición de Motivos de la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, cuando dice busca, con la aprobación de la Ley "aquella «perfecta igualdad que no admitiera poder ni privilegio para unos ni incapacidad para otros», en palabras escritas por John Stuart Mill hace casi 140 años, es todavía hoy una tarea pendiente que precisa de nuevos instrumentos jurídicos"

Bien, pues ese mismo Mill ha dicho de la educación estatal:

Confiar la Instrucción Pública al Estado es una maquinación aviesa tendente a moldear la mente humana de tal manera que no exista la menor diferencia de un individuo a otro; el molde utilizado a tal efecto es el más grato al régimen político imperante, ya se trate de una monarquía, una teocracia, una aristocracia, o bien la opinión pública del momento; en la medida en que tal cometido se realiza con acierto y eficacia, queda entronizado un despotismo sobre la inteligencia de los humanos que más tarde, por natural evolución, somete a su imperio el cuerpo mismo de la gente.

Por su parte el otro pensador a citar, Bertrand Rusdell, también elogiado por la "izquierda" sobre todo por su ¿Por qué no soy Cristiano?, dijo sobre el mismo asunto, en una conferencia sobre John Stuart Mill en 1955:

La enseñanza estatal en los países que adoptan los principios de Fichte produce, si tiene éxito, un rebaño de fanáticos ignorantes, dispuestos, a la voz de mando, a lanzarse a la guerra o a la persecución del disidente, según se requiera de ellos. Tan Grande es este mal, que el mundo seria mejor (al menos en mi opinión) si nunca se hubiera implantado la enseñanza estatal"

Ahí es nada. Así, hoy en día, en vez de estudiar se paga por acudir a clase, ya lo hemos recogido en otras entradas, o se convierten las aulas en laboratorios de revolucionarios del futuro a corto plazo.